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Esta obra narra las peripecias de un álter ego del autor en París en los años previos a la segunda guerra mundial. El equilibrio entre las peripecias de una vida bohemia (marcada por las experiencias sexuales y el desenfreno etílico) y las reflexiones acerca de la situación del ser humano individual en un mundo en crisis es uno de los aspectos que lo convirtió inmediatamente en una de las novelas más apreciadas por la crítica literaria de su época, y el hecho de que en Estados Unidos fuera prohibida por lo explícita que era en el relato de las relaciones sexuales hizo que también muy pronto surgiera un vivo interés entre los lectores.

La mejor novela, la más espontánea, la más iconoclasta y que mejor refleja su tiempo.

Una historia elegante, con sabor a clásico y con un toque de novela negra que nos lleva a la Casa de los Tigres, una mansión que atestiguará las alegrías y las miserias, los secretos y las mentiras de una familia rica norteamericana en descomposición.

En septiembre de 1945, Helena y Nick, dos primas hermanas, comparten una ginebra en la parte trasera del jardín mientras charlan sobre el futuro que les espera ahora que la guerra ha acabado. Nick se reúne de nuevo con su marido, Hughes, que ha estado sirviendo en Inglaterra en los últimos meses. Por su parte, Helena –que perdió a su esposo en la contienda– se marcha a Hollywood para casarse con Avery Lewis, un agente de seguros vinculado al mundo del cine.

El futuro es un misterio, y los hombres de los que se enamoraron ya no son los mismos... y si Nick se siente atrapada en su papel de madre y ama de casa y echa de menos una vida más intensa, Helena se da cuenta de que Avery no es lo que parecía. Pasarán los años y la Casa de los Tigres, el lugar donde habían compartido las dos familias tan buenos momentos, empezará a llenarse de engaños, sueños rotos y preguntas alrededor de un crimen...

«La elegancia de Scott Fitzgerald, la tensión narrativa de Patricia Highsmith... Un hallazgo.» Girls and Books of Greater Boston

«Esta mujer tiene lo que hay que tener para escribir una novela de suspense. Mezcla glamour y desesperación, fidelidad absoluta y traición, secretos perversos y abandonos.» Maria Semple, autora de ¿Dónde estás, Bernadette?

«Una novela que no puedes parar de leer.» Gabriel Byrne